Silencio y descanso: dos cosas que tu mente necesita

9 septiembre , 2022

Silencio y descanso:

dos cosas que tu mente necesita


Descansar cuerpo y mente, tener un sueño profundo y reparador, disfrutar del silencio, unas horas de soledad… Estas dos dimensiones son casi un lujo en nuestro día a día, pero debemos ser conscientes de que también son cosas necesarias para nuestra salud.

Silencio y descansoSilencio y descanso: dos cosas que tu mente necesita

El silencio y el descanso son dos bienes preciados al borde de la extinción.

Son un lujo, un regalo que a veces nos hacemos cuando nuestro horario y nuestras obligaciones nos lo permiten. Sin embargo, estas dos dimensiones, lejos de elevarse como un capricho, son en realidad dos necesidades fundamentales para nuestro bienestar, y sobre todo para nuestro equilibrio mental. Ovidio dijo que cualquier forma de vida donde no existe el descanso, desaparece rápidamente. En realidad nuestro célebre poeta romano no andaba muy lejos de la verdad, pues más allá de lo que podamos pensar, la falta de descanso y el hecho de vivir en un entorno estresante y lleno de estímulos, minan nuestra salud y erosionan nuestra calidad de vida.

Silencio y descanso

Muchos de nosotros prosperamos en escenarios donde una cacofonía constante reside en el fondo. Tráfico, conversaciones, máquinas en funcionamiento, aviones, trenes, televisores y hasta ese zumbido constante del procesador de nuestros ordenadores. Todo ello contribuye a un estado de hiperactividad incesante, capaz de alterar nuestro estado de ánimo, generando irritación, cansancio, pérdida de concentración… Lo más curioso de todo esto es que la gente se acostumbra a este tipo de realidad. Nos decimos que así es, que es la marca de la sociedad actual y que debemos asumirla. En este mundo acelerado e hiperconectado, incluso privado de sueño, hemos hecho del silencio y del descanso dos artículos de lujo que no están al alcance de todos.

Silencio y descanso

Silencio y descanso, dos nutrientes para el cerebro.

La muerte por exceso de trabajo existe. Así, y aunque actualmente no es objeto de ninguna nomenclatura en español, hace tiempo que otros países acostumbrados a este tipo de realidades le han dado un nombre. En Japón es karoshi, en China guolaosi y en Corea gwarosa. Para estas poblaciones donde el modo de vida está sobre todo asociado a la industria, el comercio y la productividad, el silencio y el descanso no son sólo un lujo, es algo cada vez más escaso. La falta de sueño y el estrés no matan directamente. Lo que realmente están haciendo en estos países es aumentar las tasas de suicidio. El agotamiento es tan alto y el estado de ánimo tan desesperado que muchas personas no ven solución a su realidad personal y optan por la opción más triste. En cambio, si nos vamos al mundo occidental, la radiografía sobre este tema varía ligeramente.

Silencio y descanso

En Europa y América, los enlaces de datos no sobrecargan el trabajo al suicidio, sino a las enfermedades cardiovasculares, con altas tasas de depresión, ansiedad, estrés, insomnio… Así, según expertos en la materia como el Dr. Michael Roizen, director del Cleveland Clínica de bienestar,

“El descanso es nuestro hábito de salud menos valorado hoy en día“. Nuestro cerebro necesita calma y silencio 

Sabemos que el ruido persistente,

el ruido incesante de nuestras ciudades, degrada nuestra salud y nuestro estado de ánimo. Por ejemplo, en un estudio publicado en 1975 en la revista Environment and Behavior, se demostró que los niños que estudiaban en áreas de Manhattan cercanas a las líneas de metro tenían casi un año de retraso en la escuela. Los datos son sin duda significativos.

Silencio y descanso

Sin embargo, además del ruido exterior, también existe este otro tipo de murmullo que también afecta a nuestro bienestar. Hablamos del estruendo obsesivo de nuestros pensamientos, nuestras preocupaciones, nuestras metas a alcanzar, nuestros “deberes” y nuestros “deberes”. Este ruido también es malsano y nos roba la calma.

El silencio y el descanso surgen como estos dos antídotos vitales capaces de modular nuestro cerebro para que encuentre la armonía, y para que el espíritu se encuentre a sí mismo y concuerde con su auténtico ser.

Dormir,

otro lujo del que cada vez más prescindimos Muchos de nosotros tendríamos dificultades para establecer la conexión entre el insomnio y la embriaguez. Sin embargo, un estudio publicado por el Dr. David Geffen de la Universidad de Los Ángeles, California, nos dice que para el cerebro, no dormir tiene el mismo efecto que el alcohol. Nuestras neuronas dejan de comunicarse de forma efectiva, hay fallos, problemas de concentración, problemas de rendimiento, se altera el estado de ánimo, aparece irritabilidad, depresión… Los efectos psicológicos de la privación del sueño son inmensos y hasta el día de hoy seguimos pasando por alto este aspecto. Lo hacemos con nuestra forma de vida, con nuestros aparatos electrónicos y la luz azul de esas pantallas que estimulan el cerebro y evitan que nos quedemos dormidos.

 

Además, nuestro trabajo y las preocupaciones que nos llevamos sobre la almohada, nos privan de ese descanso reparador tan necesario para la salud física y cerebral. Silencio y descanso son dos palabras que se están convirtiendo en un negocio para muchas empresas, tanto es así que en el mercado encontramos antifaz para dormir que monitoriza nuestras ondas cerebrales y estados REM, cápsulas para hacer la siesta, spas y centros del sueño que buscan llevarnos a los brazos de Morfeo en minutos.

silencio

Evitemos estos extremos y tomemos conciencia de algo muy simple: el descanso es vida; en un mundo de incesante ruido externo e interno, el silencio es salud.

Tengamos eso en mente.

 

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