Los lunes de Casos de pareja. Pensamiento Invisible
19 octubre , 2020
Lo decisivo para nosotros no es lo que vemos o oímos ( la expresión de la cara o el tono de voz), sino algo que será inaccesible a nuestros sentidos, es decir el estado de la mente.Las actitudes de los otros hacia nosotros, los sentimientos y las actuaciones que nos animan con respecto a nosotros no son tan reales como las palabras, gestos y expresiones.
Cuando discutimos con nuestras parejas lo que realmente nos importa, no es su conducta visible, no es lo que dice, sino su verdadera actitud a mis ideas y a mí.
Cuando interaccionamos con los demás, rara vez pensamos en los hechos, para deducir los pensamientos y sus sentimientos reales del otro. Como los indicios a veces son ambiguos, confiamos a veces en observaciones fugaces de mensajes confusos, algunos de los cuales pueden hacer sido ideados a propósito para engañarnos. No es sorprendente que nos equivoquemos a veces.
Si pensamos en nuestro dilema:nuestro juicio sobre uno de los aspectos más importantes de la realidad, es decir, lo que la gente siente respecto a nosotros, debe basarse por lo común en hechos que son observables en forma directa. Como los estados “internos” no están al de nuestros sentidos, confiamos en nuestras suposiciones sobre lo que observamos.
Saber las causas de lo que hacen los demás, nos da seguridad y constantemente leemos el pensamiento para automaticamente considerar las conjeturas de los que ocurre. Lo más beneficioso es, que si tenemos una relación de confianza con la otra persona, como en este caso, nuestra esposa, le preguntemos que es lo que siente ella en realidad, porque se rie.
En el caso que acabamos de ver las conjeturas de Fer estaban todas equivocadas. Cuando este le pregunto porque se reía , ella le dijo que porque la explicación le recordó a una experiencia divertida que tuvo y que fue el recuerdo y NO la teoría la que le había hecho reír.
Tenemos que tener mucho cuidado con los ESTADOS EMOCIONALES, porque cuando uno de ellos se “apodera” de nosotros, lo que observamos nos puede desconcertar. Lo que nos suele llevar ,a que las interpretaciones que hacemos se basen más en nuestros estados internos, nuestros miedos y expectativas que en una evaluación fiable de la otra persona. En estos estados es poco probable que busquemos razones posibles de lo que vemos y oímos, de ahí que nuestras conclusiones sean inflexibles y normalmente erróneas.
Muy a menudo, nuestro modo de pensar en la vida diaria es muy similar al que tiene las personas que tienen ansiedad o depresión ; llegamos a juicios repentinos basados en un leve hilo de una prueba o de ninguna. De esta manera el modelo de pensar de mucha gente se embrolla a menudo cuando esta pasa de la interpretación especifica a las generalizaciones. Rápidamente se pasa como en los primeros casos que vimos sobre Luisa y Pedro , cuando Luisa paso de la idea de que Pedro estaba enfadado con ella a la idea mas amplia de “ Pedro siempre esta siempre furioso conmigo”. Para acabar en una generalización más grave “ Siempre ofendo a la gente” y así esta se puso triste. Al llegar a ese momento, Luisa se sintió tan paralizada por las ideas negativas que no estaba en condiciones de ver si podía haber otra explicación para el silencio de Pedro.