Las lagrimas y sus efectos terapéuticos
19 agosto , 2022
Las lagrimas y sus efectos terapéuticos
Un tema pocas veces abordado por ponentes y formadores en psicología: las lágrimas y sus efectos terapéuticos. El llanto alivia, tranquiliza y sana el corazón. Los afligidos lo saben. Hoy vamos a hablar de un fenómeno natural, beneficioso y en ocasiones despreciado: el llanto.
1) Llorar: ¿un tema tabú?
El Dr. Arthur Janov confirma lo que piensamos: “[…] por razones inexplicables, esta función natural [llorar] ha sido incluida en la lista negra”. A principios de los 90, le pidió a un investigador que revisara la literatura médica sobre el llanto, sobre las lagrimas y sus efectos terapéuticos . Este último había encontrado solo unos pocos estudios que se relacionaban vagamente con el llanto. Sorprendentemente, ninguna publicación mencionó sus efectos terapéuticos. Es el caso de decirlo, en ese momento, la medicina había pasado por alto un fenómeno conocido por el común de los mortales: el efecto terapéutico de las lágrimas.
2) Llanto: ¿alivio y… curación?
Frente a una persona que llora, algunos se preocupan; otros se sienten molestos. Los médicos, por ejemplo, pueden estar inclinados a prescribir antidepresivos rápidamente con la intención de aliviar el sufrimiento de sus pacientes. Uno puede preguntarse si la prescripción de antidepresivos a veces llega demasiado rápido, si es necesario. Vale la pena enfatizar un punto: el llanto es un mecanismo natural. Como dice Janov, el llanto es: “[…] una necesidad biológica, un intento de curación, un esfuerzo por estabilizar el organismo […]”. ¡Toda una declaración!
Todos lo hemos experimentado antes: el llanto trae alivio y paz. Es por ello, que hemos titulado a este post las lagrimas y sus efectos terapéuticos. El Dr. William Frey del Centro Médico Saint Paul-Ramsey en Minnesota realizó análisis químicos de lágrimas de pacientes de terapia. ¿Qué descubrió? Las lágrimas contienen hormonas del estrés (ACTH). Inequívocamente, dice Janov, las lágrimas “promueven la eliminación del componente biológico del estrés”. El llanto no solo puede aliviar y calmar, sino que también puede ser curativo. Janov ha visto a muchos pacientes liberarse no sólo de trastornos psíquicos sino también de ciertos síntomas físicos gracias a las lágrimas ligadas a viejos sufrimientos reprimidos. Incluso algunos pacientes también han informado de librarse de alergias, sinusitis, etc.
Estamos de acuerdo con este psicólogo: “Nada es más poderoso terapéuticamente que derramar lágrimas como hacen los niños”. Desgraciadamente, los adultos suelen tener una actitud menos adecuada frente al llanto, costándoles mucho liberarse de esta forma; sin prejuicios.
3) Llorar: una reacción a veces incomprendida y despreciada
¿Qué actitud tenían tus padres hacia tu llanto? Janov muestra tristeza hacia la actitud que lamentablemente podrían adoptar algunos padres: «Silenciar a nuestros hijos, los tratamos como ‘llorones’, consideramosque los adultos no tienen que llorar y tomamos el llanto como un signo de debilidad». Afortunadamente, esta actitud parece cada vez menos extendida.
¿Por qué algunos padres a veces suprimen el llanto de sus hijos? En muchas ocasiones un adulto a quien, en su infancia, no se le permitió realmente llorar, puede tener dificultades para permitir que su propio hijo llore .También puede deberse a una falta de escucha empatía por parte de los padres durante la infancia. Y según Janov, algunos padres no toleran el llanto de sus hijos porque: «(…) no quieren exponerse a nada que pueda recordarles su propio dolor oculto».
En otras palabras, los padres pueden llevar dentro de sí un sufrimiento del que inconscientemente quieren protegerse, sufrimiento que muchas veces se remonta a su infancia.
4) Deja de llorar: el precio a pagar
¿Puede tener consecuencias reprimir el dolor (y las lágrimas)? Janov descubrió que algunos pacientes que no podían expresar tristeza durante la infancia tenían las comisuras de los labios hacia abajo, una expresión facial melancólica o triste. Como hemos mencionado, también se notó que los pacientes se liberaron de los síntomas físicos, como sinusitis y alergias, después de llorar en terapia . Así, podemos deducir que hay que pagar un precio por reprimir el propio dolor. En consulta muchas veces nos sorprende como después de lo que nosotros llamamos «soltar», algunos síntomas desaparecen. Por ejemplo, el caso más reciente es el de un adulto que después de mucho llorar durante el duelo por una relación le desapareció el dolor en la garganta (una opresión).
Janov es rotundo sobre el posible riesgo de una represión: «[…] si no se nos permite expresar este sentimiento [de tristeza], si no podemos expresar abiertamente nuestro dolor, los sentimientos se adormecen y , después de un tiempo, comienza la depresión. »
5) El llanto: vehículo de nuestras viejas heridas
A modo personal, viendo una escena de la película Forrest Gump, me puse a llorar. No entendía por qué esta escena me tocó tanto. Decidí volver a escuchar la escena, varias veces, no por masoquismo, si no por curiosidad de que era la que me «movía» dicha escena.Cada vez que escuchaba la escena, profundizaba en el sentimiento, sin hacer ningún ejercicio de autoanálisis. Y luego, terminé sintiendo una vieja necesidad insatisfecha en mi primera infancia; así fue como pude entender por qué la escena vino a removerme tanto. Esta realización iluminadora se llama percepción. Hoy, la famosa escena de la película ya no me provoca llanto. ¿Por qué? Probablemente porque me liberé de la vieja herida que me despertó la escena de la película.
El Dr. Janov resume bien mi experiencia personal: “Llorar no se trata solo de expresar un duelo global; las lágrimas son también un vehículo que nos transporta en el tiempo a traumas muy específicos, sepultados en nosotros por los mecanismos de la represión (…) Las lágrimas lavan nuestro sufrimiento y desenmascaran el inconsciente.
«¡No podemos decirlo mejor! No es fácil conectar con la vieja herida que despierta una película, un libro o el comportamiento de una persona. Para muchas personas será necesario el apoyo psicológico para domar, acoger y sentir sus emociones y sufrimientos recientes y antiguos.
El llanto es un fenómeno natural, ignorado, incomprendido y en ocasiones despreciado. En los niños como en los adultos, las lágrimas alivian, calman e incluso pueden llevarnos a encontrar viejas heridas y liberarnos de ellas. El llanto es parte del proceso de curación.
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