16 septiembre , 2020

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¿Qué es estrés ?

El estrés se define por las reacciones del cuerpo, tanto emocionales como físicas, a una situación particular o a factores estresantes (estresores). El estrés es una reacción natural si no es excesiva.

Por el contrario, una situación de estrés crónico puede considerarse patológica y puede provocar trastornos digestivos, dolores de cabeza, trastornos del sueño o incluso otros daños fisiológicos.

En las personas con asma, el estrés puede empeorar los síntomas del asma. Lo mismo ocurre con las personas que están deprimidas, ansiosas o que tienen otros trastornos mentales.

Medios y técnicas permiten luchar contra el estrés, especialmente cuando es crónico, como los ejercicios de relajación o incluso los de respiración.

Las situaciones estresantes más habituales son: el planteamiento de un examen, una entrevista, una presentación oral ante un público o incluso ante un determinado peligro. En estas situaciones, los signos se pueden observar directamente: respiración rápida, contracciones musculares, aumento de la frecuencia cardíaca, etc.

Las causas del estrés

El estrés se desencadena por situaciones que representan un «peligro» para el individuo o por factores estresantes. Estas situaciones estresantes y / o estresantes pueden estar relacionadas en varios contextos dependiendo de la edad de la persona.

En niños y adolescentes, estos pueden derivar en el enfrentamiento a situaciones violentas, abusivas o incluso conflictivas, como es el caso del divorcio de los padres.

En los adultos, serán situaciones más estresantes en la vida diaria y en el trabajo, ansiedad y depresión. En particular, los estudios han demostrado que un estado de estrés crónico en los adultos suele ser consecuencia de un estado de ansiedad subyacente.

La exposición a situaciones traumáticas también puede causar estrés crónico. Luego diferenciamos el estado de estrés agudo, el estado de estrés postraumático. Estos dos trastornos son consecuencia de sucesos traumáticos pasados: muerte, accidente, enfermedad grave, etc.

También se pueden asociar otros orígenes a una situación estresante: el tabaquismo, el uso de sustancias ilícitas, los trastornos del sueño o incluso la alimentación.

En particular, se señaló que las personas con estrés crónico y enfrentadas a situaciones estresantes a largo plazo tenían una tasa de mortalidad más alta.

¿A quiénes afecta el estrés?

El estrés es una situación común en la vida cotidiana y puede afectar a cualquier persona.

Sin embargo, la intensidad del estrés varía de persona a persona dependiendo de su personalidad y su capacidad para manejar la situación estresante.

En particular, las personas deprimidas y ansiosas corren un mayor riesgo de lidiar con el estrés diario.

Una situación estresante puede ser como:

• presión de rutina, en el trabajo, en la escuela, en la familia o por cualquier otra responsabilidad;

• estrés provocado por un cambio brusco e imprevisto, como un divorcio, un cambio de trabajo o la aparición de una enfermedad;

• un episodio traumático: un desastre natural, un ataque, etc.

Posibles complicaciones relacionadas con el estrés

Otros problemas de salud pueden desarrollarse como resultado de un estado de estrés: un debilitamiento del sistema inmunológico que hace que el individuo tenga un mayor riesgo de desarrollar infecciones y enfermedades, trastornos digestivos, trastornos del sueño o incluso trastornos reproductivos.

Pero también, se pueden asociar: dolores de cabeza, dificultad para conciliar el sueño, un estado negativo crónico, irritabilidad, trastornos del estado de ánimo, etc.

Signos y síntomas de estrés

El estrés puede manifestarse en signos y síntomas emocionales, mentales y físicos.

Emocionalmente, una persona estresada puede encontrarse con exceso de trabajo, irritable, ansiosa, ansiosa o incluso perder la autoestima.

Mentalmente, los signos pueden parecerse a un abuso de pensamiento, un estado constante de preocupación, dificultad para concentrarse o dificultad para tomar decisiones y tomar decisiones.

Los síntomas físicos asociados con el estrés son dolores de cabeza, dolores musculares, mareos, náuseas, alteraciones del sueño, fatiga intensa o trastornos alimentarios.

Otras consecuencias pueden estar asociadas a un estado de estrés crónico: alcohol y tabaco, aumento de los gestos y comportamientos violentos o incluso la exclusión de las relaciones sociales.

En este sentido, el estrés crónico no debe descuidarse y debe identificarse y tratarse lo antes posible.

Algunos consejos y trucos le permiten detectar y controlar su estado de estrés:

• reconocer los signos de estrés (emocional, físico y mental);

• discusión con familiares y / o médico;

• actividad física diaria y socialización;

• ejercicios de relajación, como ejercicios de respiración, por ejemplo;

• identificar y definir sus objetivos y prioridades;

• mantenerse en contacto con la familia, los amigos y todas las personas en su vida diaria;

¡Manejar su estrés es posible!

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